CONVIERTE TU HOGAR EN UN REFUGIO DE FELICIDAD

¡Convierte tu hogar en un refugio de felicidad! ¿Para qué? Para contrarrestar el Blue Monday. Se trata del tercer lunes de cada año (o sea, el lunes de esta semana), el cual es, oficialmente, el día más deprimente según una fórmula matemática que calcula distintas variables: desde el clima y la motivación hasta las deudas y el tiempo que ha pasado desde navidad.

Hoy te comparto algunos tips prácticos de decoración que contemplan aspectos de color, forma y peso. Por insignificantes que parezcan, inciden directamente en nuestro estado de ánimo. ¿Estás listo? Ahí te van:

• Colores cálidos y brillantes. Para llenar tu vida de alegría escoge colores cálidos como el amarillo, el naranja o el rojo. Evita los tonos pastel, cargados de melancolía. Esta gama de colores activa la pasión y el fuego interno, al mismo tiempo que funciona como un antidepresivo natural. Mientras más intensidad tiene en su mezcla el color, más alegría transmite. En grandes dosis puede producir un poco de estrés, así que no hace falta que pintes todas tus paredes: con pequeños toques tendrás la dosis suficiente de endorfinas que tu cuerpo necesita.

• Volúmenes sinuosos. Las líneas curvas son tus mejores aliadas en el camino hacia la felicidad. Los volúmenes generan placer, estimulación y relajación. Aquí tienes otra razón para llenar tu casa de piezas cóncavas y convexas, de abultados volúmenes.

• Luz, fuente de vida. La luz se relaciona con el goce. Déjala entrar. Que se cuele por todos los rincones de tu casa. Que surjan formas, sombras, y te dé en la cara. Disfruta de la luz como elemento artístico, pero también como la gran fuente de vitaminas que es.

• Recuerdos, recuerdos, recuerdos. Nada te produce más felicidad que recordar los episodios de tu vida en los que fuiste feliz. Simple y conciso: fotos, recuerdos de aquel viaje, cartas, libros. Deja a la vista todo lo que al mirar te dé una inyección de alegría.

• Rodéate de plantas. No pretendo que conviertas tu casa en una floristería como la mía, pero sí en un vergel. Los beneficios de las plantas son innumerables: purifican y revitalizan el ambiente, absorben malas energías y hacen mucha compañía, aunque no hablen. Puedes empezar por un cactus, que requiere poco cuidado y es perfecto para un interior. Aunque una vez que empiezas, no puedes parar de llenar la vida de verde. Te lo digo por experiencia.

¿Qué te parece? ¿Fácil, verdad? Con frecuencia, pasamos la vida persiguiendo la felicidad y quizás su mayor secreto resida en encontrar momentos de equilibrio y bienestar dentro de la casa. ¡Convierte tu hogar en un refugio de felicidad! Disfruta sus espacios. Alégrate con sus muebles o llora con un recuerdo, si hace falta. Dejar que las emociones fluyan, ayudándonos con la decoración, es mi sugerencia.

Como siempre, estaré atenta a tus comentarios. ¡Un abrazo!