EL DIABLO VISTE DE PRADA, GRAN LECCIÓN DE VIDA

Hace ya quince años del estreno “El diablo viste de Prada” (esto me hace sentir vieja, ups). Sin duda, una película que hace homenaje al mundo de la moda. El 30 de junio de 2006 se dio a conocer la historia que había detrás de Runway, la ficticia revista de moda, cuya malvada directora Miranda Priestly era interpretada por la grandiosa Meryl Streep y la no tan conocida Anne Hathaway como la asistente novata Andy Sachs.

La historia relata la vida de la recién graduada, quien se niega renunciar a su vida y vender su alma al diablo de la moda a cambio de prendas Chanel. Cambia su apariencia de forma impecable, le compra el café a una temperatura determinada y no la puede sacar de Miami en vuelo chárter en plena tormenta; entre otras tantas cosas.

Está inspirada en el libro de la escritora Lauren Weisberger, The devil wears Prada, que cuenta la experiencia que vivió en carne propia cuando trabajó con la editora de Vogue EEUU, Anna Wintour.

La escritora le debe su carrera a los 11 meses que pasó como asistente de la directora. Según sus propias palabras, aprendió “el lenguaje de los tacones de aguja y de Star­bucks”. Después de este tiempo, empezó a escribir reseñas de libros para una revista. Mientras, tomó clases de escritura en las que comenzó una serie de crónicas sobre sus días en Vogue. Así nació el libro.

El éxito no le ha vuelto desde que lo publicó en 2003. Lo intentó en otras ocasiones, con tres libros, novelas cortadas con la misma tijera: mujeres “normales” que se ven tentadas por la fama y el éxito y; con ninguno de ellos logró el éxito de su primera novela.

No hubo demandas por difamación de parte de Wintour a causa de “El diablo viste de Prada”. Solo se limitó a acudir al estreno de la película… vestida de Prada, por supuesto. Y se ocupó en subrayar: ¿Y quién es la heroína de las novelas de Weisberger? Una mujer que logra un puesto en Vogue, por el que un millón de chicas matarían, como la propia protagonista y es sin embargo infeliz porque lo que ella quiere es escribir grandes obras periodísticas en The New Yorker”.

La película logró dos nominaciones al Oscar: una para diseño de vestuario y otra para mejor actriz. Además, debemos aceptar que está llena de importantes lecciones de vida: desde cómo sobrevivir al ambiente laboral hasta conservar tu identidad.

Si eres de las personas a las que les encanta todo lo que tiene que ver con moda, diseñadores, modelos y pasarelas; esta película es para ti. ¡Que la disfrutes!

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