¿Y SI LA VIDA TE PIDE PARAR Y DESCANSAR?

Acción y constancia son dos palabras que defiendo todos los días. Suelo afirmar que lo que provoca cambios espectaculares en nuestra vida es el “dejar de pensar y pasar a hacer”. Pero ¿y si la vida te pide parar y descansar? dejar de hacer y esperar que las cosas sucedan.

Este es un gran desafío para personas como yo, que estamos acostumbradas a actuar todo el tiempo, que queremos que los cambios se produzcan en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, estos últimos días de pandemia he comprobado que no siempre este “hacer” es hacia afuera y no todo se consigue con base en más esfuerzo.

A pesar de que algunos comentarios nos impulsen a avanzar sin descanso (“¿Estás cansada, pero de qué?”, “¿Días de descanso?, pero si no vas a salir de viaje”, “De todo el personal, ¡tú eres la única que se acerca a mi ritmo de trabajo”.  Hoy te propongo bajar de este tren y mirar la vida de forma más natural.

Sí, porque en la naturaleza, así como en nuestro cuerpo, hay momentos para estar activos y momentos para estar quietos, momentos donde los cambios ocurren hacia adentro, como la germinación de una semilla (el pasado fin de semana tomé un taller sobre brotes y germinados y a esta conclusión llegué) y momentos en que los cambios se producen hacia afuera (el crecimiento de un fruto).

En este texto te invito a recuperar un sentido natural con respecto a los tiempos y te doy 3 consejitos para saber cuándo es momento de parar y hacer una pausa:

  • Descansa. La vida te pide parar. Si quieres ser productivo, descansa con frecuencia. Este es el lema de casi todos los expertos en gestión del tiempo y productividad personal. Es fundamental y no un capricho. Tanto el cuerpo como las ideas necesitan periodos de pausa para oxigenar y revitalizarse. Si quieres sacar adelante un trabajo de calidad y además disfrutar del proceso. Establece ratos libres obligatorios e innegociables en tu horario, momentos para parar y reconfortar cuerpo y mente. Que tener un momento de descanso sea una de tus prioridades.
  • Respeta y entiende los tiempos y los ritmos. Hay cosas que llevan su tiempo y no se pueden forzar. Es más, sacarlas antes de tiempo es fatal (por ejemplo, un panqué). ¿Por qué entonces, con nuestros proyectos personales y profesionales no aplicamos esta misma regla? La mayoría de las cosas, en cualquier ámbito, llevan un proceso. Y éstos llevan unos cuantos minutos, horas, días, meses, años (si lo queremos afianzar), la realidad es así. Cuando queremos que algo suceda antes de que esté maduro, lo más probable es que nos estemos equivocando, porque a veces lo que nos separa del éxito es que lo sacamos antes de tiempo o nos retiramos antes de tiempo.
  • Confía. Aunque muchas cosas dependen de ti, hay otras sobre las que no tenemos ningún control. Hay tantas cosas que pueden influir. Una vez que lo hemos dado todo por nuestra parte, confiar en que el resultado obtenido va a ser favorable, o que, si no lo es, se debe a que es la respuesta que necesitamos para aprender. Confiar no es esperar de brazos cruzados a que la vida te traiga las cosas o personas que necesitas. Más bien, se trata de poner toda la carne en el asador hasta que ya no dependa más de ti, y luego esperar pacientemente a que se desenvuelvan los acontecimientos.

El trabajo, la productividad, el éxito, los avances, la innovación… no lo son todo. Sólo son una cara de la moneda. En la otra cara se encuentra el descanso, la pausa, la paciencia, comprender los tiempos y los ritmos y saber esperar. ¿Y si la vida te pide parar y descansar, qué harás a partir de hoy? Tengo la experiencia de que, si no elegimos parar conscientemente, con el tiempo las circunstancias nos obligarán a ello, por eso no es nada raro que personas híper-ocupadas sufran un accidente, lío legal o enfermedad que les impone por la fuerza esta pausa.

Obviamente, en esto no quiero inducir a la pereza o a la pasividad, todo lo contrario. La actitud de espera no es una actitud pasiva. Descansar, esperar y confiar son acciones que se hacen con los ojos bien abiertos y de forma consciente, observando a nuestro alrededor, y sabiendo que después de esa pausa llegará el momento de dar pasos importantes.

10 comentarios de “¿Y SI LA VIDA TE PIDE PARAR Y DESCANSAR?

  1. Alfredo dice:

    La actitud es la clave y muchas veces no nos damos un tiempo para nosotros, considero está publicación como un ¡hey! te estoy llamando para que te procures a ti mismo y te consientas, le mando un saludo Miss dónde quiera que esté y gracias por compartir sus ideas mediante este blog. Un respiro para todos.

    • admin_sayuri dice:

      Gracias Alfredo, que una de tus prioridades a partir de este momento sea hacer pausas a tu vida y descansar. Te abrazo a la distancia.

  2. Carelin dice:

    Es una reflexion que no espere ver en ti pero como siempre me sorprende tu actitud y me lleva a parar un poco mi ritmo porque literal necesito y quiero parar, un abrazo y gracias por este espacio tan visto de calma

    • admin_sayuri dice:

      Gracias Carelin, me ha costado mucho trabajo hacer pausas a mi vida para descansar. ¡Pero se puede! La psicoterapia y el yoga me han ayudado en este proceso de parar. Te mando un abrazo, y descansa. ¡Lo mereces!

  3. Pingback: MOVIMIENTO SLOW PRENAVIDEÑO | Sayuri Gómez

  4. Pingback: UNA NAVIDAD NÓRDICA SOSTENIBLE | Sayuri Gómez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *